Cuando ya no cabe la impaciencia...

Cuando ya no cabe la impaciencia...
sólo resta ser paciente

jueves, 6 de mayo de 2010


Son, precisamente, las Dudas las culpables de mi certeza; las que atan mis pies al suelo.

Son, precisamente, mis DUDAS, las que me recuerdan que estoy atada a tu silencio, a tu ausencia.

A veces sucede que el frío que sentimos en el Alma traspasa fronteras; esto es, la frontera blanca, dura e infranqueable de los huesos que protegen nuestras entrañas y vísceras, las que laten a distinto ritmo que el corazón, para, de seguido, llegar a la barrera sutil y delatora de nuestra piel, la que desnuda nuestros pensamientos a base de infinitesimales dilataciones de nuestros poros, a base de esquivas y traslúcidas sudoraciones hasta dejarla atrás [hipodermis, dermis y finísima epidermis], aflorando entonces ese frío negro, pegajoso, denso; escupiendo nuestros miedos, nuestras inseguridades, nuestros secretos más encriptados a golpe de celador subconsciente.... A veces sucede que sentimos enero en primavera; sucede que la suma de nuestros fríos [tu frío y el mío] desafía al calendario, reta a la costumbre, derroca la certeza y el orden y un soplo de nuestro miedo helado extingue este mayo incipiente. A veces sucede que la gotera sucia, oxidada y húmeda de tu lacrimal coincide en un rincón oscuro de tu cercanía [la de un beso, la de un abrazo] con la gotera sucia, oxidada y húmeda de mi lacrimal y juntas forman un cauce que desborda tu cuerpo y el mío e inunda la atmósfera vestida de mayo para cubrirla de nubes densas de invierno que rompen a llorar, digo a llover, a llover, y a llover.
A veces sucede que hay tardes de sol que huelen a tierra mojada, que visten de gris, que gritan al vacío. A veces sucede que hay tardes de agosto que hielan y asolan los cansados brazos de los sauces gigantes que acarician el suelo. A veces sucede que hay tardes de primavera con flores de escarcha y nubes de plomo. A veces sucede que hay días de fiesta [vestidos de luto] que arrastran una pena inmensa. A veces sucede que hay haces de luz que emanan decepciones. A veces sucede que hay esperas que desesperan y torturan toda esperanza...