Son, precisamente, las Dudas las culpables de mi certeza; las que atan mis pies al suelo.
Son, precisamente, mis DUDAS, las que me recuerdan que estoy atada a tu silencio, a tu ausencia.
Cada día, tan igual, tan distinto. Cada noche, de duda, de incertidumbre. Cada segundo, de quietud. Cada palabra...lo que tú quieras