Cuando ya no cabe la impaciencia...

Cuando ya no cabe la impaciencia...
sólo resta ser paciente

martes, 19 de octubre de 2010

OTOÑO




He guardado una nube en mi bolso
[cargada de plomo]
tal vez, así, cada lágrima sea de lluvia...
y no de tí.

miércoles, 14 de julio de 2010




En compañía de tantas ausencias
me adentré en la única realidad que deseaba;
relieve de falacias vivas
cadencia de impulsos hechos palabras.

Al cobijo de la oscuridad,
me bañé de tus colores;
mentira carmesí de mirada pintada,
mentira cárdena de tu alma expuesta en cada grito contenido,
en cada desgarrado gesto.
mentira negra de tus venas que no habrán de ser mi savia.

lunes, 12 de julio de 2010


Ficción acurrucada en mis costumbres
que dibuja tu contorno en figuras ajenas,
vacías,
carentes de todo sentido.
Falacia piadosa y mentirosa a la vez
que pinta tu mirada en otros ojos.
Ilusión misericordiosa y cruel
que escupe tu voz a través de otros labios,
fríos,
mudos,
huecos de deseo.

miércoles, 7 de julio de 2010

Mudas intenciones


Locuaces silencios,
palabras mudas.

Elocuentes miradas,
gestos vacíos.

Crecientes desvelos,
vigilia tediosa.

Mudas intenciones
... realidades viscosas.

martes, 6 de julio de 2010



La vida quiere escaparse a través de mis poros dilatados por el calor;
tendré que pagar peaje a la maltrecha autopista de mis venas para que cierre puertas... antes de que escape diluida entre sudores mundanos; entre ilusiones contenidas...

jueves, 6 de mayo de 2010


Son, precisamente, las Dudas las culpables de mi certeza; las que atan mis pies al suelo.

Son, precisamente, mis DUDAS, las que me recuerdan que estoy atada a tu silencio, a tu ausencia.

A veces sucede que el frío que sentimos en el Alma traspasa fronteras; esto es, la frontera blanca, dura e infranqueable de los huesos que protegen nuestras entrañas y vísceras, las que laten a distinto ritmo que el corazón, para, de seguido, llegar a la barrera sutil y delatora de nuestra piel, la que desnuda nuestros pensamientos a base de infinitesimales dilataciones de nuestros poros, a base de esquivas y traslúcidas sudoraciones hasta dejarla atrás [hipodermis, dermis y finísima epidermis], aflorando entonces ese frío negro, pegajoso, denso; escupiendo nuestros miedos, nuestras inseguridades, nuestros secretos más encriptados a golpe de celador subconsciente.... A veces sucede que sentimos enero en primavera; sucede que la suma de nuestros fríos [tu frío y el mío] desafía al calendario, reta a la costumbre, derroca la certeza y el orden y un soplo de nuestro miedo helado extingue este mayo incipiente. A veces sucede que la gotera sucia, oxidada y húmeda de tu lacrimal coincide en un rincón oscuro de tu cercanía [la de un beso, la de un abrazo] con la gotera sucia, oxidada y húmeda de mi lacrimal y juntas forman un cauce que desborda tu cuerpo y el mío e inunda la atmósfera vestida de mayo para cubrirla de nubes densas de invierno que rompen a llorar, digo a llover, a llover, y a llover.
A veces sucede que hay tardes de sol que huelen a tierra mojada, que visten de gris, que gritan al vacío. A veces sucede que hay tardes de agosto que hielan y asolan los cansados brazos de los sauces gigantes que acarician el suelo. A veces sucede que hay tardes de primavera con flores de escarcha y nubes de plomo. A veces sucede que hay días de fiesta [vestidos de luto] que arrastran una pena inmensa. A veces sucede que hay haces de luz que emanan decepciones. A veces sucede que hay esperas que desesperan y torturan toda esperanza...

miércoles, 28 de abril de 2010

Tengo tiempo...


Tengo un minuto resbalando por el cuello,

y otro minuto [más] escondido en un pliegue de mi piel;


Tengo un cúmulo de horas y horas

metido en un bolsillo;


Tengo una hilera de días y sueños,

de meses y noches,

de años y ausencias

guardados [bajo cremallera] en un rincón olvidado de ayer.


Pero tengo tiempo...

tiempo prendido en mi alma

tiempo quedo en la comisura de mi boca.

lunes, 26 de abril de 2010

Palabras perdidas...


Tengo una palabra

encerrada en un cajón;

pero no tengo quien la escuche...

martes, 20 de abril de 2010

Bastaría un movimiento de traslación


Bastaría un movimiento de traslación;

sobraría un movimiento de rotación;


suficiente cambiar la noche por el día;

más que suficiente cambiar tu ausencia

[tirana, gris, húmeda...]

por tu presencia

envolvente; todopoderosa; vital.

sábado, 17 de abril de 2010

Nada aquí, ahora


Eres tatuaje en mi Alma

huella en mi espíritu

paso en mi cuerpo;

nada aquí,

ahora...


La oración que pone letra a mi Plegaria

el grito que aplaca mi furia;

nada aquí,

ahora...

jueves, 15 de abril de 2010

El trapecio que ante la nada oscila...


Es hora de hablar
de la quimera de otra vida
de lo que no supimos expresar
del trapecio que ante la nada oscila
de tragedias y triunfos
que duran un segundo
de alterar el destino
y de la fábrica de hielo del olvido...


[Enrique Bunbury]

Descubrí una gotera en mi rostro; el agua, fría y sucia, negruzca, salía de mi ojo derecho, a través de un lagrimal rojizo e hinchado que no acertaba a reconocer como mío. Había comenzado como un goteo (lento, agónico) para terminar pareciendo un oxidado y rebosante canalón en el exterior de una fachada, deteriorada y húmeda.


Cerré los ojos y forcé hasta la extenuación todos mis sentidos intentando escuchar, ver, oler, sentir de dónde venía aquella gota incesante que hacía rato había comenzado a inquietarme. Pero no había una gota; sino una tras otra; una tras otra; una tras otra... La gotera se perdía en ocasiones en angostos recodos oscuros que parecieran desaparecer en una sima sin fondo; en otros momentos volvía a ser visible con un tranquilo fluir que incluso aportaba cierta calma mortecina y ficticia...


Finalmente encontré el origen de aquella gotera; estaba en mi alma, por entonces, ya seca...

miércoles, 14 de abril de 2010

Algunos días soy consciente de que camino y camino habiendo perdido, por completo, el rumbo, el control; habiendo olvidado, por completo, el destino de mis pasos.
Algunos días soy consciente de que mis pilares se han roto.
Algunos días me recreo en las aceras intentando escudriñar cómo se siente ese transeunte que camina apresurado delante de mí por su rastro esquivo.
Algunos días busco en las ventanas modos de vida que me hagan un guiño; estudio balcones, tendederos, macetas, cuadros, luces; estudio cuanto me pueda dar la pista sobre cómo vive la dueña o el dueño de la mano que asoma tras la cortina; escudo inviolable en esta mañana gris.

Algunos días olvido que debo encontrar algo; no recuerdo qué.

¿Por qué nos duelen las canciones heridas?

martes, 13 de abril de 2010

Las garras de la prisa



Son las garras de la prisa
las que, obstinadas,
te arrancan, de cuajo, de mí...
Es la falacia mentirosa
la que, obstinada,
te acerca, a bocajarro, a mí...

Es el espacio impertinente
el que me recuerda
que tú no estás;
que no estarás;
que, en realidad,
nunca estuviste.

Es el tiempo, cruel,
el que cuenta los días, largos,
el que dibuja las horas, lentas,
el que recrea los minutos, eternos
el hacedor del tedio,
el final del principio...
HOY SÓLO TENGO GANAS DE QUE ME ENCUENTRES.

Y NO SÉ SIQUIERA SI ME ESTÁS BUSCANDO.

lunes, 12 de abril de 2010

Acaricié piedras con tacto de seda...


Huesos de los besos enterrados
Toda la tristeza en un monton
Y entre tanto amor desordenado
Se confunden penas y perdon

jueves, 8 de abril de 2010

No hay que llevar la contraria al destino...

Necesito un motivo [porque no te tengo], necesito una excusa [porque tú no estás], necesito una ilusión [porque no vendrás]...NECESITO UNA MENTIRA.

Tiempo ajeno, tiempo desnudo, tiempo expuesto, tiempo desarmado, lento tiempo...

Ando siempre siguiendo tus pasos y, en cambio, solo encuentro tus huellas...

Suerte que, en ocasiones, la memoria se esfuma...

¿Por qué no un poco de suerte???

Cuando la respuesta no obedece a pregunta alguna;

Cuando en el diálogo no hay dos,
[ni tres],
cuando es monólogo, en realidad…

Cuando el perdóname no responde a una falta…

Cuando es la quietud la que palpita
y la vida hiberna en las garras del hastío;

Cuando la maldad se esconde
[ermitaño omnipotente]
en la oquedad expuesta de la mañana.

Cuando las puertas son bofetadas al Alma
y las ventanas son [infantiles] guirnaldas de color en la negra noche.

Cuando el consuelo es líquido y se pierde, esquivo, entre los dedos.

Cuando el miedo se ha esfumado,
consciente de su fracaso…

Cuando el silencio es el eco.

Cuando no queda nada.

Cuando la espera no es concebible.

Cuando el aliento se ahoga.

Cuando la indiferencia asesina [¿al azar?] los números mágicos del calendario.

Cuando la ternura ya no provoca
sobresalto siquiera.

Cuando la distancia es pura física.
Palpable,
tangible.

Cuando el llanto se torna mecánico.

Cuando el ruido sordo ahoga las palabras, mudas.

Cuando la profundidad flota.

Cuando la fuerza no es más que escudo
[de una pena insoportable]

Cuando la prisa sólo esconde un vacío negro,
aplastante,
pegajoso,
viscoso.

Cuando algunos días son monstruos todopoderosos
que se alimentan de mi inquietud,
de mi apatía,
de la costumbre….


Cuando, en ocasiones, todo parece perdido…

Un recuerdo fugaz,
un olor de antaño, reconocible, familiar
los acordes de una canción que nos traspasó la piel y se acurrucó para siempre en nuestras entrañas,
la magia de una foto que redescubres y te devuelve vivo un momento, feliz,
la nostalgia de una película que compartimos,
tus palabras, tus consejos, tu recuerdo, tatuados en mi memoria…

Me devuelven un hoy vestido de primavera, que huele a pasado vivo, que se escucha a través de tu voz…

miércoles, 7 de abril de 2010


Mi impaciencia



Tu silueta se define en los albores de mi deseo.

Y tu voz de silencio anida en el eco de mi Soledad.

Tu curva de ángulos impasibles

[imposibles]

infierno de sueños,

de daño,

de daño inmenso,

que llora en cada gota que habita en tu palabra

[rota]

escrita con las letras que me concretan,

con mis dudas,

con mis horizontes.

Mi impaciencia...

rota de forzosa paciencia,

de forzada razón...